Conmovedor entierro
de Gonzalo Arango

Por Héctor González B.

En medio del más sentido dolor fue sepultado esta tarde aquí el fundador del movimiento nadaísta, Gonzalo Arango.

La ceremonia se llevó a cabo en los Campos de Paz de la capital antioqueña y a ella asistieron destacadas personalidades de la literatura antioqueña.

En el acto pronunció un breve sermón un sobrino del «profeta» nadaísta, Diego Restrepo Arango, quien recientemente recibió el diaconado.

En la capilla del cementerio se llevó a cabo una misa concelebrada y varias personas recibieron la comunión.

Por lo menos 500 personas se hicieron presentes en el sepelio de Gonzalo Arango.

Angelita, la compañera de Gonzalo Arango, asistió a la ceremonia y posteriormente, a las 5.40 de la tarde, emprendió el regreso a la capital de la república.

Angelita había llegado esta mañana a Medellín acompañando la caja mortuoria que contenía el cadáver de Gonzalo Arango y fue recibida por varios de los familiares del poeta.

El ataúd fue colocado en un coche fúnebre que lo llevó a los Campos de Paz, donde a las 5 de la tarde se llevó a cabo el sepelio.

El escritor Manuel Mejía Vallejo, el rector de la Universidad de Medellín, Orión Álvarez Atehortúa, Alberto y Eduardo Escobar —quienes formaron parte del movimiento creado por Gonzalo Arango—, así como Darío Lemos y Posie Smith, formaban parte de los personajes asistentes al acto, cumplido en los Campos de Paz.

Luego de la misa concelebrada, el ataúd fue llevado al sitio donde deberá permanecer con los restos del poeta del nadaísmo.

«Hay cosas que nos sorprenden en la vida, como el desconcierto y los interrogantes que nos formulamos a menudo», dijo el diácono Diego Restrepo Arango, al pronunciar el sermón en el cementerio.

Agregó que uno de esos interrogantes se planteaba al encontrarse frente al cadáver de Gonzalo Arango.

«Al verlo nos preguntamos si un hombre que libró muchos combates resultó victorioso o vencido», dijo.

Expresó que hacía un mes había recibido una carta de Gonzalo, cuando estaba a punto de recibir el diaconado, en la cual le hablaba de la presencia de Jesús entre nosotros y se despedía con un abrazo en la locura de la Cruz.

«Gonzalo ahora es libre y recuerda una frase suya en el libro Providencia, que escribió cuando estaba en San Andrés. Decía que “me siento libre como las alas al viento”. Ahora está libre», dijo el sobrino del poeta.

A la ceremonia cumplida en los «Campos de Paz» asistieron numerosos amigos del poeta, así como los familiares. Tenía trece hermanos y él era el décimo.

Angelita, la compañera de Gonzalo, no esperó el instante en que el ataúd era transportado a la tumba. Debía tomar el avión que la llevaría de regreso a la capital de la república y se vio obligada a salir precipitadamente para tomar la aeronave.

Antes de tomar el avión, Angelita contó a sus amigos que planeaba regresar a Londres, pero esto sólo lo hará una vez recoja algunos documentos en Colombia. Expresó igualmente la posibilidad de que escriba un libro sobre la vida de su compañero.

Angelita presentaba un brazo en cabestrillo, el cual se lastimó en desarrollo del accidente ocurrido el sábado anterior y en el cual perdió la vida el fundador del movimiento nadaísta en Colombia.

Estimado por todos

El creador de ese movimiento era un personaje muy estimado en todos los círculos, inclusive los religiosos, especialmente en la última etapa de su vida.

A propósito de su estada en San Andrés, cuando escribió el libro Providencia, el padre Jaime Hernán Velásquez recordaba cómo lo conoció en la isla.

El religioso era el párroco de Nuestra Señora del Carmen, en San Andrés, y explicó que en dos oportunidades invitó a Gonzalo Arango a pronunciar sendas homilías en la parroquia.

Dijo Jaime Hernán Velásquez que esto fue aproximadamente en el año 1970 y que en muchas oportunidades tuvo ocasión de asistir a las charlas de Gonzalo con Samuel y Fanny, una pareja de hippies muy conocida en la isla y donde Gonzalo vivía.

Durante sus amenas charlas tocaban todos los temas y en muchas oportunidades hablaron de Marcuse, dijo el religioso.

El prefecto apostólico de San Andrés, monseñor Alfonso Robledo Mejía, también estimaba altamente al poeta nadaísta.

Se recuerda igualmente cómo Gonzalo Arango fue jurado en desarrollo del primer festival de la canción protesta, efectuado en la isla de San Andrés.

Fuente:

González B., Héctor. «Conmovedor entierro de Gonzalo Arango». El Tiempo, Bogotá, martes 28 de septiembre de 1976, página Última C.

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